El pH del agua es un valor muy importante para bañarnos con seguridad y disfrutar de un agua limpia y cristalina. Tienes que regular el pH de forma habitual en el mantenimiento de tu piscina. El pH es un índice que señala la acidez o alcalinidad del agua. Los valores normales deben situarse entre 7,2 y 7,6. Este índice debe medirse junto al del cloro, puesto que tanto el pH como el cloro son los responsables de que el agua sea apta para el baño. Vamos a ver cómo regular el pH de la piscina y evitar los problemas que puede presentar una medida no adecuada.
Contenido
¿Qué es el pH y para qué sirve?
Las siglas pH significan potencial de hidrógeno y es una medida que nos indica la acidez o la basicidad (alcalinidad) del agua. Dicha medida viene determinada por el número de iones libres de hidrógeno (H+) en la sustancia.
La escala de medición del pH comprende los valores de 0 a 14; siendo 0 el más ácido, 14 el más básico y situando en 7 el pH Neutro.

El pH de algunas sustancias
Es importante tener conocimiento sobre el pH en nuestros alimentos (acidez) ya que si ingerimos alimentos ácidos esto podría provocar alteraciones en nuestro organismo. Nos sirve para tener datos y poder realizar comparaciones:
- Piel humana: 5,5
- Leche: 6,5
- Sangre: entre 7,35 y 7,45 aproximadamente, en condiciones normales.
- Detergente: 10,5 aproximadamente.
- Zumo de limón: 2.
¿Cómo analizo el pH de la Piscina.
En una piscina debemos mantener ajustado el pH entre los valores 7,2 y 7,6. Este intervalo, además de conservar nuestras instalaciones en óptimas condiciones, es el ideal para la piel y los ojos del bañista.
Realizar análisis del agua de forma habitual para comprobar el valor de pH es recomendable para nuestra salud y el funcionamiento adecuado de las instalaciones. Para llevar a cabo dicho análisis podemos recurrir a los Estuches Analizadores Cloro-pH, medidores digitales o aparatos electrónicos como los fotómetros que nos permiten analizar diferentes parámetros del agua de forma rápida y precisa.

El momento de regular el pH si está desajustado.
Cuando el pH de nuestra piscina está desajustado, fuera de lo límites recomendados, puede provocar problemas de ojos rojos, sequedad de la pies, que el cloro no actúe correctamente…
Cuando el pH es menor de 7,0-7,2 el cloro de nuestra piscina se eliminará rápidamente, necesitaremos más cantidad de producto desinfectante para evitar que nuestra agua se vuelva verde. Además sentiremos el típico escozor de ojos al bañarnos y podemos notar algún tipo de irritación en la piel. La corrosión de cualquier elemento metálico de la piscina (algún foco LED, escalera…) aumentará al baja la alcalinidad total del agua. Es por eso que debemos elevar el nivel de pH de forma inmediata.

En cambio, si el pH del agua de nuestra piscina es superior a 7,6 nos encontraremos con que el cloro deja de actuar eficazmente, lo que puede propiciar aparición de algas o agua verde. El agua de la piscina se volverá turbia. Síntomas como “ojos rojos”, sequedad de la piel, picor nariz… también nos indicaran que el pH esta demasiado alto. Llegado el caso debemos bajarlo a niveles mas adecuados lo antes posible.
¿Qué pasa si el nivel de pH está por debajo?

Si al medir el pH este está por debajo de 7,2, el agua será ácida. Las consecuencias para el bañista son perjudiciales: picor y escozor de ojos y nariz, sequedad, irritación de garganta, carraspera, escozor y picor de la piel, irritación y sequedad, aparición de eccemas o rojeces, etc.
Además las instalaciones de la piscina se corroen por la acidez del agua, sobre todo aquellas partes metálicas o realizadas en cemento. Es normal, también, que las teselas que componen los mosaicos se despeguen de las paredes de la piscina o del fondo y acaben flotando o sueltas por la piscina, con el consiguiente riesgo para el bañista, que puede cortarse con ellas. Por todo ello es muy importante regular el pH de la piscina.
¿Qué pasa si el nivel de pH está por encima del valor recomendado?

Si el valor del pH de nuestra piscina es superior a 7,6 el agua será alcalina. Los síntomas en nuestro cuerpo son piel seca e irritada. Pero el problema es que el agua volverá turbia, incluso verdosa, pues aparecerán las algas. Aunque tratemos de elevar los niveles de cloro para eliminarlas, será imposible si antes no regulamos el pH.
El pH alto propiciará la formación de depósitos de cal en la piscina que acabarán con el agua cristalina, tendrá un tono blanquecino. Sabemos que la cal no es buena y afectará a las tuberías y demás instalaciones, afectando a su estabilidad y al buen funcionamiento. También se depositará en paredes y suelos alterando la apariencia.
Por tanto, para saber si el nivel de pH es elevado tendremos que medirlo con un test kit que mide tanto el pH como el cloro de nuestra piscina.
¿Cómo ajustar el pH de la piscina?
Para poder ajustar el pH de la piscina a unos valores óptimos debemos recurrir a diversos productos que existen el mercado, los Reguladores de pH:
- Incrementador de pH (pH+): Nos ayudará a subir o incrementar el pH del agua de nuestra piscina.
- Minorador de pH (pH-): Producto pensado para bajar o disminuir el pH del agua de la piscina
Cómo subir el pH de la piscina
Si el pH está bajo, podremos regular el pH de la piscina empleando un incrementador (pH+). Podremos comprar en cualquier tienda especializada en mantenimiento de piscinas. Los hay sólidos, líquidos y granulados y su función es reducir la acidez del agua.
Cómo bajar el pH de la piscina
Si debemos bajar el nivel de pH, para regular el pH de la piscina tendremos que hacer uso de un reductor (pH-), que también podemos encontrar tanto granulado como líquido. Con el empleo del reductor de pH conseguiremos que la alcalinidad descienda y el pH aumente de valor.
Cómo conseguir que el agua de la piscina cristalina
Para conseguir que el agua de nuestra piscina este limpia y cristalina es importante que el nivel de pH del agua de la piscina sea correcto, pero también el del cloro. Para conseguir un agua cristalina tenemos que controlar los niveles de manera habitual, a diario. Es importante saber que hay aspectos como la incidencia del sol, el número de personas que se estén bañando en un determinado momento o los restos de crema solar que se quedan en el agua que desestabilizan los valores. Por ello, es determinante medir con frecuencia el pH y el cloro de la piscina. Cuando tengas que añadir un incrementador o reductor para subir o bajar el pH hazlo cuando no haya bañistas, y dejar actuar al producto y volver a medir.

Recomendaciones y consejos para tener el pH correcto
Tal y como hemos visto, el pH del agua es de vital importancia para un correcto cuidado y mantenimiento de la piscina. Por ello os dejamos con unas últimas recomendaciones para regular el pH de la piscina.
- Es aconsejable revisar el pH de nuestra piscina a diario. Es la única forma de regular el pH de la piscina de forma correcta, cada día.
- Si no dispones de un Estuche Analizador de Cl-pH es imprescindible que compres uno de forma inmediata, para poder analizar el agua de la piscina.
- Es aconsejable disponer en nuestras instalaciones de como mínimo un bote de Incrementador de pH y otro de Minorador de pH. En función de las dimensiones de la piscina y del producto que normalmente más usemos, tendremos más cantidad o menos. Habitualmente, por el tipo de agua de la zona donde vivas siempre utilizarás uno de los dos tipos para regular el pH de la piscina.
- Si estás pensando en instalar un equipo de electrólisis salina (clorador salino) es recomendable que disponga de controlador de pH integrado. De esta forma la automatización del tratamiento químico del agua será total.
- Si dispones de un equipo de electrólisis salina sin controlador de pH, puede ser un buena inversión instalar un controlador de pH para que de forma automática regule los niveles óptimos del agua de la piscina.
- Si no consigues solucionar el problema, acude a un profesional del sector.