Vivir de alquiler es una opción en alza, y la buena relación con el casero puede facilitar muchísimo las cosas para el arrendatario. Es misión de este último conservar la vivienda en las mejores condiciones posibles, así como esta área del casero, atender todas aquellas necesidades que surja para solventar cualquier tipo de avería, reforma o reparación. Todo debe quedar registrado previamente en el contrato, y cuanto más detalle exista, mejor será para ambas partes. Pero, ¿qué ocurre cuando se detecta en la vivienda algo que requiera una reparación?
Reparaciones del hogar de alquiler, ¿cómo afrontarlas?
Tal y como hemos comentado, una buena comunicación con el casero, permitirá siempre llegar a un acuerdo y cumplir todas las condiciones del contrato.
Cuando el arrendatario observe cualquier tipo de deficiencia que necesite ser reparada, lo más indicado es notificar al arrendador mediante un modelo para informar al arrendador la necesidad de reparaciones. De esta manera, al quedar escrito la necesidad de esa reparación, además, el casero debe recoger esta petición y atenderla a la máxima brevedad posible. Muy importante hacerlo de tal manera que quede registro de que esa informacion ha sido entregada. Un burofax es la opción más cómoda. Ya más adelante habrá que dilucidar si se trata de una reparación que sea motivada por el desgaste del uso de la vivienda, o de algo totalmente inesperado.
Los caseros, para evitar cualquier tipo de inconveniente o tener que abonar totalmente la reparación, pueden contratar un completo seguro de hogar que cubra todas las contingencias posibles. Es una manera de ir atendiendo todas aquellas necesidades que surgen del uso y disfrute de una vivienda de alquiler. La Ley de Arrendamientos Urbanos es la que rige, a la hora de formalizar un contrato de alquiler, y, por tanto, es la que debe servir como referencia a la hora de establecer una relación entre arrendador y arrendatario. Generalmente, suele haber un buen entendimiento entre ambas partes si todos los recogidos en el contrato queda claro, y el arrendatario ha leído y comprendido todo lo que he dicho específica. Es una manera de dejar muy claro qué le corresponde a cada parte.
Es cometido del arrendatario informar al arrendador mediante el modelo anterior de la necesidad de efectuar esa reparaciones, sobre todo cuando tienen un carácter urgente. Pero siempre tratando de informar con el plazo de tiempo suficiente para que se pueda ir preparando todo lo necesario. Aquellas reparaciones que sean cometido exclusivo por parte del arrendador, las derivadas pon una avería o por el paso del tiempo, no podrán ser cargadas de ninguna manera, ya sea total o parcial, al inquilino. Esto supone una flagrante violación del acuerdo firmado, y en caso de que el arrendatario se negase, lo más interesante es solicitar ayuda profesional.
En ocasiones puede llegar a ocurrir que sea el arrendatario el que deba afrontar una reparación de carácter urgente. Por ejemplo, la rotura de una tubería y que haya que llamar inmediatamente al fontanero. El arrendatario tiene el derecho de solicitar al arrendador el abono íntegro del coste de esa reparación.
Es que evidente que el paso del tiempo y el propio uso de la vivienda hace que la reparaciones o necesidades de reforma estén presentes. La buena comunicación entre ambas partes y tener muy claro qué es lo que corresponde a cada una es la mejor manera de conseguir que ambos cumplan con sus cometidos. Recuerda que solicitar una reparación mediante un modelo por escrito, y enviado por burofax, posibilita dejar muy claro que se ha hecho una petición que debe ser atendida con brevedad por parte del arrendador.