La tierra que utilices para el crecimiento de tus plantas es fundamental. Es muy importante saber cuál usar, ya que va a ser la fuente de nutrientes para que crezca correctamente. Muchas veces no tenemos en cuenta esto, porque pensamos que no tiene relevancia, pero no es así. En el post de hoy descubriremos los tipos de tierra que hay y para qué sirve cada uno.
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Podemos distinguir entre dos tipos de tierra diferentes: la tierra de jardín y tierra de macetas. Ambas clases de tierra proporcionan un sustrato ideal para las plantas, pero vamos a ver cuáles son las características de cada una.
Tierra de jardín
La tierra de jardín es la que se utiliza para las plantas de exterior. Dentro de la tierra de jardín existen más tipos, en función de los nutrientes que más necesite cada planta. Se caracteriza por ser una tierra con bastante estiércol y compost. Se le suele echar diferentes productos (algunos abonos y demás), en función de lo que se plante, para ayudar a que el crecimiento sea mejor y más rápido.
Tierra de macetas
La tierra para macetas está especialmente preparada para ser la que utilices en las macetas de tus plantas (como su propio nombre indica). La principal diferencia con la tierra de jardín, es que esta tiene muchos más sustratos como: fibra de coco, perlita, compost… Además es una tierra muy aireada, ya que así ayuda al crecimiento de la planta.
Diferencias entre cada tipo de tierra
Una vez vistas las características de cada tipo de tierra, veamos ahora las diferencias que hay entre ellas al compararlas:
Composición de la tierra
La primera diferencia significante es la composición en cuanto a nivel químico. Tienes que tener en cuenta que la tierra de jardín es prácticamente igual que la que encuentras en cualquier jardín, mientras que la de para macetas se ha preparado especialmente para ello. En ese proceso de preparación, se añaden numerosas sustancias que hacen que la tierra sea más rica y ayude al crecimiento de aquellas plantas que puedes poner en tus macetas o tiestos.
Textura de la tierra
La tierra de macetas tiene una apariencia y textura diferentes que la tierra de jardín. Como ya hemos mencionado anteriormente, la tierra para macetas cuenta con bastante aire, lo que hace que sea más ligera que la de jardín. El único problema que presenta aquí la tierra de macetas es que, al ser diferente en composición química, la textura y el cuidado también son diferentes.
Precio
La tierra para macetas es más cara que la tierra de jardín. De nuevo, al ser una tierra que ha sido más procesada y tiene un proceso de elaboración, la convierte en una tierra potencialmente más rica, por lo que su precio aumenta.
Microorganismos de la tierra
Es recomendable para las familias que cuenten con niños pequeños el uso de tierra para macetas en el jardín interior. El porqué se debe a que la tierra de jardín suele contar con una serie de bacterias y demás microorganismos que pueden ser peligrosos para el ser humano, a diferencia de la tierra para macetas. Todos sabemos cómo son los niños pequeños y, en cualquier momento que no te des cuenta, pueden llevarse la mano a la boca después de haber estado jugando en el jardín y, a cuenta de eso, acabar con una infección indeseada.
Cuando usar la tierra de jardín
La tierra de jardín se recomienda usar para jardines exteriores (no es necesario que sean de gran extensión). Si vas a plantar algo además de césped, quizás te interese utilizar algún compost o abono.
Cuando usar la tierra de macetas
La principal función de este tipo de tierra es proporcionar a plantas con un crecimiento de características específicas aquellos nutritientes que necesiten. También, otro uso bastante común es utilizarlo como la tierra para tus plantas de interior. Las plantas que crecen en el interior de tu casa no gozan de la misma libertad que las que crecen en un jardín exterior. Es por ello que se recomienda la tierra para macetas, ya que ayudará a igualar esa diferencia, haciendo que el crecimiento de la vegetación de tu interior sea ideal.
Conclusión
Ya hemos visto los tipos de tierra que hay y en qué se diferencian. Ahora el resto es tarea tuya. Analiza qué plantas quieres tener en tu casa y/o en tu jardín, e infórmate de la tierra que sea más conveniente para ellas, para así librarte de problemas como el que no se den ciertas plantas o se echen a perder.