Si buscamos la definición de Cloramina, podemos leer en la wikipedia: La cloramina (monocloramina) es un compuesto químico de fórmula NH2Cl. Por lo general se utiliza como una solución diluida con función desinfectante. El término cloramina también hace referencia a una familia de compuestos orgánicos con fórmulas R2NCl y RNCl2 (siendo R un grupo orgánico). También son muy conocidas la dicloramina, NHCl2, y el tricloruro de nitrógeno, NCl3.
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En una piscina la cloramina se forma con el contacto del cloro con las sustancias orgánicas presentes en el agua: el sudor, la orina, los insectos y hasta las hojas y pequeñas ramas procedentes de la vegetación del entorno. Una exposición larga a la cloramina puede llegar a provocar asma y otras afecciones respiratorias. Es la responsable de tener los ojos rojos y la piel seca en una piscina que no esté bien cuidada.
Riesgos de la Cloramina para la salud
La cloramina puede llegar a lesionar el epitelio pulmonar y provocar síntomas asmáticos (tos, pitos en el pecho y ahogo) o provocar asma en niños con predisposición. La probabilidad de presentar alguno de esos síntomas aumenta cuanto más pequeño sea el niño, más tiempo permanezca en la piscina, más agua de la piscina ingiera, menos higiene personal se exija a los usuarios al entrar en el agua y mayor sea la temperatura del agua.
Cuando chapoteamos en la piscina la probabilidad de tragas partículas de agua es mayor, y los niños pequeños se pasan chapotenado constantemente dentro de la piscina. Por ello tragarán más partículas de agua con cloramina.
Es muy característico el olor a desinfectante en la piscina en las horas posteriores a la primera cloración, en estos casos habrá mas presencia de cloramina en el agua. Se debe a resultado de la mezcla del ácido hipocloroso (la reacción del cloro con el agua), el sudor, la saliva, la orina y otros elementos orgánicos presentes. La única forma de acabar con ella es añadiendo más cloro, en un tratamiento de choque que debe ser controlado minuciosamente.

El nivel de cloro libre (el que no se ha convertido en cloramina) debe estar entre los 0,6 y 1,5 miligramos por litro, con un nivel de pH entre 7,2 y 7,8. Es muy importante tener controlado el pH del agua en una piscina.
Los niveles de cloramina son mayores en las piscinas cubiertas, con mayor temperatura del agua y con malas condiciones higiénicas de los nadadores. Si tienes instalada una cubierta de piscina en casa, no olvides que es muy importante la ventilación y tener bajo control el nivel de pH y de Cloro en el agua. Si cumples estar normas ademas de una buena higiene de los bañistas no tendrás problemas en tu piscina.
Consejos para disfruta de tu piscina sin riesgos
Unas sencillas pautas de prevención a la hora de ir a nada evitarán los riesgos y podrás disfruta completamente de tu piscina.

Ducharse antes de entrar en la piscina
Ducharse antes de entrar en la piscina evitará que el cloro de la piscina reaccione con otras sustancias como cremas o desodorantes, así se eliminarán las sustancias artificiales del cuerpo. Y cuando salgas de la piscina es importante volver a ducharse para retirar los restos de cloro y extender sobre el cuerpo una capa de crema hidratante.
El cloro es un elemento necesario para nuestros cuerpos y no es tóxico. El ácido hipocloroso, el ingrediente activo, es una fuente inagotable para diezmar microbios, y pequeñas cantidades agregadas al agua matarán bacterias, parásitos y virus peligrosos que pueden causar enfermedades e infecciones en humanos.
Insistimos en la importancia de ducharse antes y después de bañarse en la piscina para evitar que sustancias externas reaccionen con el cloro y provoquen agentes contaminantes.
Si notas un olor en la piscina, no te bañes
El “olor a piscina” no significa que el cloro esté haciendo su trabajo. Este olor en realidad se debe a las cloraminas, sustancias químicas que se acumulan en el agua de la piscina que no se tratan adecuadamente.
Cuando el cloro utilizado para desinfectar el agua de la piscina entra en contacto con desechos u otras sustancias que se desprenden de los cuerpos de los nadadores, incluyendo células de la piel, maquillaje y otros productos de cuidado personal, suciedad, sudor, orina y materia fecal, pudiendo crear esas sustancias, las cuales pueden provocar tos, sibilancias, e incluso desencadenar asma.
Prevención de riesgos
Todos aquellos que padecen alguna alergia o enfermedad respiratoria, así como las personas más expuestas al agua de la piscina, como los monitores, cuidadores y el personal de mantenimiento, a los que recomiendan ser “inflexibles y exigentes en el cumplimiento de las adecuadas condiciones higiénicas de la piscina y su entorno”. Con la salud no se juega y cuesta muy poco cumplir las normas por respeto al resto de bañistas.
Las sustancias químicas en la piscinas son necesarias para combatir los gérmenes. Sin ellas estaríamos expuestos a todo tipo de microbios potencialmente dañinos. Procura tener siempre a punto tu piscina para disfrutar del baño sin problemas.

¿Cómo eliminar las cloramina?
La única forma de eliminar la cloramina es añadiendo más cloro, en un tratamiento de choque que debe ser controlado minuciosamente. El nivel de cloro libre (el que no se ha convertido en cloramina) debe estar entre los 0,6 y 1,5 miligramos por litro, con un nivel de pH entre 7,2 y 7,8. Mantener la salud del agua de tu piscina libre de bacterias y desechos te asegura un baño sin problemas para la salud de los nadadores.